El propósito del Last planner system®
Andrés Bustos- Director Besser
El last planner system (LPS), es tal vez la herramienta de mayor auge y conocimiento del pensamiento Lean en la construcción. El sistema creado en los años 90´s por Glenn Ballard como producto de su tesis doctoral y Apoyada por su amigo y socio Gregory Howell, ha transformado la forma de trabajar en los proyectos de construcción; sin embargo, en la mayoría de las implementaciones solo se aplica una parte del sistema y se mal interpreta su función. En los siguientes párrafos, intentaré explicar de forma sencilla el verdadero propósito del sistema tras varias charlas y aprendizajes con Glenn Ballard.
Cuando se habla de last planner system, Glenn comenta de forma muy enfática que el LPS es un sistema para obtener compromisos confiables y mejorar el flujo en los procesos, con la ayuda de sus 5 etapas permite que esto se cumpla. De tal forma que el LPS no es un sistema de control y tampoco es magia. Pensar que aplicar un sistema de producción va a garantizar cumplir con los plazos del proyecto es una gran mentira pues el plazo depende de muchos factores para que se dé. Lo que el LPS no da, es el poder de detectar el estatus de la producción y donde está su variación, también permite detectar de forma transparente que se está haciendo o no se está haciendo dentro del proyecto.
Como segundo elemento, el LPS se centra como parte del pensamiento LEAN, en especial en la mejora continua, de ahí la necesidad de medir y entender las razones y causas por las que no se están cumpliendo las metas. Esto con el único propósito de disminuir y buscar soluciones a las causas de desviación, no con el ánimo de señalar y buscar culpables, pero si buscar la colaboración con todo el equipo y entender que todos somos responsables del proyecto resaltando que cada miembro tiene aportes valiosos al proyecto y con ellos dar soluciones antes problemáticas cotidianas. Desafortunadamente, utilizamos esta parte del sistema para detectar errores, culpables y señalizar cuando ese no es el fin de la implementación, derivado de esto se produce la falta de respeto, la confianza entre involucrados y empezamos a tener ausentismo en las dinámicas que LPS recomienda.
Como tercer y último elemento, el LPS se centra en las personas, en buscar compromisos confiables a través de la transparencia que desarrolla la herramienta en el proyecto. Son los equipos de trabajo quienes hacen los proyectos, y ellos están conformados por personas que en la mayoría de los casos dan lo mejor de sí mismas para el proyecto y para ellos mismos. Un punto que no se ha tocado directamente del éxito del LPS es que busca la estabilidad emocional de las personas, pues esta es la única forma de tener confianza los unos con los otros, de obtener compromisos y conversaciones de valor para el proyecto. Una persona que no se sienta bien no puede por más que lo deseé aportar al proyecto. Es por ello por lo que las personas y su salud mental son cada vez más fundamentales para los proyectos. Sin esto por más estrategia que se tenga, profesionales capaces, metodologías o sistemas de planeación no se podrá tener un buen proyecto.
El LPS es el sistema más humano y eficaz que se tiene para gestionar la producción en los proyectos, si aplicamos sus 5 etapas los equipos se entenderían mucho mejor, los indicadores no serían para juzgar si no para mejorar y estaríamos más enfocados en el flujo de los procesos que en el flujo de los recursos que es lo que actualmente se hace.
Deseo esté corto árticulo haya sido de valor, y que podamos reflexionar cada vez más sobre la implementación del sistema a través del concepto humano y no de objeto.
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